En este libro está la clave para atravesar la oscuridad del sufrimiento: sólo debemos permitir que la luz del amor nos guíe.
El dolor de perder a un hijo o a una hija es tan grande que ni siquiera hay una palabra para nombrar a los padres y madres que lo padecen. En un intento por describir este sentimiento y darle sentido, Marcelo Rittner y Ana Gladys Vargas profundizan en experiencias personales y profesionales sobre el duelo, al tiempo que conversan con padres y madres que lo atraviesan, las únicas personas que saben lo que realmente significa.
A través de estos testimonios, el dolor revela su verdaderorostro: el del amor que tenemos por quienes están ausentes. Y así sabemos que no todo está perdido, que las formas de amar son infinitas, que aún hay muchas razones para seguir adelante en esta vida y disfrutar sus enseñanzas, para estar junto a la familia y amistades que queremos y nos quieren.