La Ciudad de México -espacio mítico, ambiguo y luminoso- es el escenario de Agua Quemada, un sube y baja social que en la pluma de Carlos Fuentes da vértigo y hechiza al lector.
Esta historia está hecha de cuatro relatos donde se narran momentos decisivos para los protagonistas, quienes descubren que la vida no es aquello que imaginaron. Sus personajes transitan por espacios y momentos trágicos y festivos, como ellos mismos: un general nostálgico ante la revolución mexicana, cada vez más corrompida; una anciana olvidada y su oscura relación con un niño paralítico de las vecindades del centro; un solterón acaudalado que no alcanza a comprender la pobreza ni la desaparición del mito fundador de su status, y un lumpen que, mientras traba un combate con las palabras, termina como guardaespaldas de quien le ha causado tanto dolor… La grandeza de ayer es la ruina de hoy, y nada lo demuestra mejor que la propia Ciudad de México y sus habitantes.
La crítica ha opinado:
«… la vida en la ciudad de México, desde el estrato más bajo al más alto… hay belleza, pasión y genialidad aquí… » –Publishers Weekly–
Otros autores ha opinado:
«Después de leer a Joyce y a Faulkner descubrí que Fuentes pertenece también a esta selecta compañía» -Alberto Manguel-